La educación superior gratuita en línea está cobrando auge en todo el mundo. También la educación técnica gratuita. Una parte de la explicación de este fenómeno la da Ruti Polachek en su excelente artículo “¿Está Bajo el Índice de Empleo? ¿Y qué tal si le Enseñamos Ciencias de Computación a las Masas?” (“Employment Down? Why Not Teach Computer Science to the Masses?”). Su lógica es sencilla: “En la raíz de todo está la educación. Si se le enseña a programar a un millón de personas el desempleo se reducirá” y aún más: “No hay que enseñarle a un millón de personas a programar, mejor aún es enseñarle a programar a un millón de profesores – y podríamos estar levantando una generación entera de avances tecnológicos”. Hace sentido.
En el caso del curso de HCI (Human Computer Interaction) en el que me matriculé, el soporte tecnológico viene provisto por Coursera, una empresa que está promoviendo cursos en línea para diversas universidades, incluyendo Princeton, Stanford, California, Berkeley, Michigan-Ann Arbor y Pensilvania. Pero no es la única, está también Udacity, que recientemente hizo historia al ofrecer un curso en línea de introducción a la inteligencia artificial en el que se inscribieron más de 160,000 participantes. MITx empezó ofreciendo los cursos del MIT y recientemente se le unió Harvard en la iniciativa edX. Carnegie Mellon tomó la delantera hace algunos años con OLI.
Y la lista continúa con emprendimientos fuera del ámbito universitario como la muy exitosa Khan Academy y otras. (Lamento no tener a mano más enlaces de iniciativas similares en Español y en Latinoamérica, pero investigaré para incluirlas).
Bueno, de momento solo me queda desear encontrarme con alguno de los amables lectores de este blog como compañero de clase en las aulas virtuales. Pero si deciden no matricularse, trataré de ir contando algo de la experiencia en mi blog personal en Tumblr.
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