El deporte y los encuentros deportivos tienen mucho qué ver con trabajo en equipo. Aún en los deportes individuales, como tenis, natación, badminton, etc., quien logra conformar un equipo con su entrenador y con quienes le apoyan, obtiene mejores resultados que quien se empeña en la autosuficiencia y el individualismo.
Observando un encuentro o partido uno puede sacar muchas conclusiones sobre liderazgo. Para empezar hay que tener claro que el liderazgo es una cosa distinta a la autoridad y al autoritarismo. El que manda, si lo hace sólo por designación o por sometimiento no es un líder. Líder es alguien a quien se sigue por una convicción que se deriva del empuje, personalidad, carisma y conocimientos que demuestra. También es líder quien toma una decisión y la lleva adelante con el apoyo efectivo del resto del equipo. Son dos puntos de vista diferentes, uno desde la óptica del equipo y otro desde la de quienes observan todo desde fuera.
Lo especial en el deporte es que el liderazgo es dinámico, es decir, no se ejerce por una sola persona, cambia constantemente durante el encuentro.
Por ejemplo en el fútbol. Quien lleva la pelota debe decidir si hace un pase, si avanza o si tira a gol. Para cualquiera de las tres posibilidades debe contar con el apoyo del resto del equipo. Si decide avanzar el resto de jugadores debe moverse también de forma que queden en posición de pase. El pase puede ser algo tan complejo como el origen de una jugada que culmine en anotación pero que requiere una serie de movimientos coordinados y cuya señal de inicio es el pase mismo, o bien algo tan sencillo como dejar la responsabilidad en manos de otro.
El basketball es similar. Quien lleva la bola ejerce de líder. Claro que siempre puede existir un jugador que grita y da órdenes o puede ser el entrenador mismo, pero estos juegos son tan intensos que es imposible coordinar así todas las jugadas. La iniciativa personal es clave y casi todos los jugadores deben demostrarla alguna vez.
Otros deportes parecen no seguir este esquema, pero basta observar un poco para darse cuenta de que el liderazgo dinámico también está presente. El beisball por ejemplo, el bateador tiene que tomar una decisión clave: batea o no batea, hace un toque o un golpe fuerte. Luego los jugadores que defienden, cuando reciben la bola deben decidir a dónde la lanzarán, haciendo que el resto se comprometa en una jugada: ponchar en primera o en home y evitar una carrera, intento de doble play, etc.
El volleyball es otro ejemplo claro. Un solo toque del balón determina la siguiente jugada y si el potencial del equipo y las debilidades y descuidos del otro podrán explotarse o no.
La clave en el deporte, lo mismo que en cualquier otro trabajo en equipo, es la preparación personal que ayude a tomar el liderazgo en el momento en que se requiera. En el deporte la preparación es especialmente física, para casi todo lo demás es intelectual. ¿Qué hacemos ahora? Ya sea en deporte o en ingeniería esta pregunta es equivalente a ¿quién quiere tomar el liderazgo? Y si de verdad se juega en equipo la respuesta en ambos ámbitos será similar: alguien lo toma, decide y deja que el resto del equipo también vaya asumiendo el liderazgo, dinámicamente.
#1 by Nancy on 30 June 2009 - 20:39 pm
Muy bonito enfoque. Lo ideal es que el líder pueda sacar lo mejor de cada integrante del equipo.
#2 by Leonel on 30 June 2009 - 21:00 pm
Exacto!!!
A propósito Nancy, Historias Citadinas es un blog-líder nato! ;o) Gracias!!