¿Se ve mejor el mundo detrás de una lente? (I de II)


Puede ser mejor disfrutar el momento que insistir en capturarlo con una cámara

Puede ser mejor y más educado disfrutar el momento que insistir en capturarlo con una cámara

Durante un tiempo me aficioné a tomar fotos y todavía tengo guardadas miles en el disco duro de mi computadora más otras que están en nuestros álbumes familiares. Testimonio de ese tiempo son mis dos cuentas en Flickr y otra más en Panoramio (así como una entrada en este blog).

También tomé bastantes videos que después digitalicé ya que sólo dispongo de cámara de video que graba en cinta de 8mm, y coloqué algunos en YouTube.

Pero varios hechos concretos me hicieron preguntarme qué sentido tenía llevar esa afición al extremo.

Uno de ellos fue una hermosísima presentación de baile tradicional que nos ofrecieron en la Universidad de las Américas en Puebla, México, con ocasión de la clausura del congreso LA-Web 2006. Tomé algunas fotos y luego me di cuenta de que por estar tratando de sacar una buena foto me estaba perdiendo de vivir el momento y disfrutar el espectáculo. No tenía sentido. Guardé la cámara.

Niño presidente y funcionarios escolares

El elocuente niño presidente y algunos funcionarios escolares


En otra ocasión, habíamos recibido una invitación del Ingenio Pantaleón – el ingenio azucarero más grande de Guatemala y probablemente de Centroamérica – para pasar un día en sus instalaciones. El tema era “un día con la academia” o algo similar, y asistíamos académicos de varias universidades.

Tomé algunas fotos de las instalaciones y del grupo. Ya casi al final de la visita, estábamos en un salón de conferencias y de repente entró un nutrido grupo de niños con sus uniformes escolares y una alegría y seguridad en el rostro que nos llenó a todos de emoción. Los flashes de las cámaras no se hicieron esperar. Entonces me di cuenta de algo más en relación a las cámaras: aunque pueden guardar una imagen no son capaces de capturar el momento y por ello es inútil querer utilizarlas para esto último. El momento hay que vivirlo, y entre más intenso se viva mejor quedará grabado en nuestra memoria.

De aquel momento particular recuerdo la excelente habilidad comunicativa de los niños, su chispa intelectual, su sentido cívico, político y democrático – se trataba del presidente y diversos funcionarios de los órganos de gobierno organizados y electos por los estudiantes de la escuela primaria que patrocina el ingenio – la seriedad y responsabilidad con que se tomaban sus funciones, etc.

Sobre ese experimento educativo cívico alguna vez leí una crítica (algo sobre que los niños eran utilizados por el ingenio para promover su imagen o alguna tontería por el estilo) y me pareció totalmente injusta. Sigo pensando que lo que hacen en esa escuela es ejemplar y digno de admiración.

Volviendo al tema de las cámaras. Una y otra vez he tenido ocasión de reafirmar esa idea de que el mundo no se ve mejor detrás del lente y que perseguir irracionalmente la captura del momento con la cámara, además de ineficaz, puede resultar irrespetuoso, molesto o por lo menos de mala educación.

Una vez nos invitaron al cumpleaños de un amigo de mis hijos – en Guatemala es común que los papás de los niños también asistan a las celebraciones de cumpleaños – y el papá, que también es amigo nuestro, difícilmente cruzó un par de palabras con nosotros, con su familia y con el resto de invitados, la razón: estaba absorto tomando fotos.

Otra vez asistíamos a una serie de conferencias interesantísimas de renombrados físicos guatemaltecos (Fernando Quevedo y Julio Gallegos, entre otros) y un jovencito fotógrafo, al parecer encargado por la misma universidad chapina donde se presentaban los científicos, no cesaba de tomar fotos con una cámara de fuerte flash. Cada foto nos distraía más y más, al punto que poner atención a la conferencia se volvió complicado. Estuve a punto de salirme de mis casillas.

También tengo presentes casos similares con cámaras de video. Se las cuento en la segunda parte.

  1. #1 by manuel on 24 January 2010 - 12:56 pm

    mi esposa es de puebla, cierto te pierdes el momento por tomar la foto pero tambien es bonito tener un recuerdo palpable, saludos.

  2. #2 by Leonel on 24 January 2010 - 16:41 pm

    Saludos Manuel,
    Ese es exactamente el punto.
    Puebla es una muy bonita ciudad, me alegra haber estado ahí. Saludos a tu señora, qué bien que te hayas casado con una poblana!!! :)

(will not be published)