Ya es tiempo de dejar el diskette


El floppy de 3 1/2

El floppy de 3 1/2

Hace unos días, caminando por los pasillos entre cubículos de las oficinas donde trabajo, me di cuenta que en el escritorio de alguien habían unos diskettes (disquettes o floppies) y me pregunté inconcientemente que para qué querría alguien usar esos discos hoy en día.

Lo más extraño fue que al poco tiempo me di cuenta de que casi todos seguimos usando esos artefactos arcaicos, no en su forma física, sino como un pequeño dibujito, muy bien conocido, al que llamamos “ícono de guardar”.

Este bien podría ser uno de esos casos en los que algo se sigue usando no porque sea bueno sino porque la fuerza de la costumbre es tal que nos obliga a continuarla y a no considerar siquiera la posibilidad del cambio.

Office 2007, guardar con diskette

Office 2007 con diskette

Revisé cuidadosamente y aún las aplicaciones más recientes que tengo disponibles siguen usando ese ícono: Microsoft Office 2007, Adobe Reader 8.0, y otros. Nadie se atreve a cambiarlo porque los resultados para la usabilidad del producto podrían ser negativos.

Cuando los disquettes pasaron de ser de 8 pulgadas a 5 ¼ no hubo problema porque prácticamente nadie usaba GUIs – Graphical User Interface – y por tanto no habían íconos. El primer GUI de gran difusión fue el de la Mac, lanzada al mercado en 1984, hace 25 años, y cuando le siguió Windows de Microsoft, la transición del disco de 5 ¼ a disco de 3 ½ no fue problema, básicamente se cambió de color al ícono, de negro a azul o gris, sin que se avizorara inconveniente alguno para los usuarios finales.

Pero con la introducción masiva de las memorias USB la transición no fue tan simple. Hubo un tiempo, entre 1995 y el 2000, en que no estaba claro cuál sería el sucesor del diskette o siquiera si habría sucesor.

Para guardar un PDF en Internet Explorer se hace clic en un diskette

Para guardar un PDF en IE se hace clic en un diskette

Los discos compactos o CD-ROM, no fueron aceptados masivamente por lo complicado de su selección a la hora de comprarlos – había que elegir entre varias opciones y uno nunca estaba seguro de cual comprar, si la R o la RW o cualquier otra – y al momento de querer guardar en ellos había que recurrir a un programa especial que se tomaba su tiempo hasta para agregar un solo archivo.

Así que nunca vimos un ícono de guardar con forma de CD-ROM y si lo vimos no nos acordamos.

Las memorias USB solucionaron el problema de la facilidad de uso, eran fácilmente aceptadas por los sistemas operativos más modernos – salvo Windows 98 que requería instalar los drivers – y se integraban transparentemente al sistema de archivos.

Omnipresente diskette

Omnipresente diskette

Pero no hemos visto íconos con forma de memoria USB por un problema básico: ¿Qué forma tiene una memoria USB?

El ícono de guardar se debe asociar fácilmente con el dispositivo en que se guarda, para que el usuario intuya la operación que se realiza al presionarlo. Pero si la imagen no es identificable entonces se compromete la intuitividad. ¿Resultado? Nadie se atreve a poner un ícono de guardar con forma de memoria USB.

Lo mismo pasa con los discos duros. Como usualmente no se ven, tampoco se conoce qué forma tienen.

El floppy sigue saludable

El floppy sigue saludable

Para mí, la solución sería no tener ícono de guardar, de hecho no tener siquiera el concepto de archivo. Los archivos son un concepto arcaico relacionado con cómo se guarda la información en la computadora y yo no soy el primero que opina que los usuarios finales no deberían tener que preocuparse por cómo guarda la computadora la información. Jeff Raskin ya lo decía y otros también.

Pero como nadie se atreve a cambiar algo a lo que se supone que todos ya estamos acostumbrados, seguimos teniendo diskettes, lo mismo que teclados QWERTY cuando desde hace mucho tiempo se sabe que el DVORAK sería mucho mejor, seguimos con teclas que ya no se usan como “Scroll Lock”, “Pause/Break”, “SysRq” y la mayoría de las “Fx” (F1 a F12).

Bueno, para ser honesto tengo que reconocer que Microsoft implementó un cambio radical en su interfaz de Office 2007 y lo hizo sin mirar atrás, o sea, sin incluir una opción para regresar al interfaz anterior. El diskette demostró su fortaleza y su ícono aparece con todo su esplendor. Si esto es bueno o malo no lo sabría decir.

Intentar hacer un ícono de guardar que se pueda asociar con memorias USB no es la mejor opción, pero como parece que tendremos ese ícono presente en nuestras computadoras por largo rato, ¿qué tal si ideamos uno mejor?

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